martes, 11 de agosto de 2009
viernes, 3 de octubre de 2008
Desencuentros
Titulo: "Desencuentros" año 2007
El vagar, sin rumbo fijo, sin sentido, desdibujando los trazos de aquellos los que nos preceden, errando de nuevo, donde otros los sin cabeza, sin sentido, sin orientación.
domingo, 24 de agosto de 2008
Metaforas apocalípticas
Cuando James Grahan Ballard en 1962 comenzó a utilizar el termino "espacio interior" para designar el lugar de sus obsesiones, yo no había nacido, 45 años después, creo haber encontrado mi distopía interior, a través de la representación fotografíca.
Reconozco que durante años no entendí las metáforas apocalípticas de mis imagenes, no comprendía, el por qué, de los paisajes desolados de figuras maniatadas, hasta que las relacioné con mis propias frustraciones, ese rico mundo interior, deseando salir, -no desde la mente o el corazón- si no, desde el estómago... vomitonas de aquello que no conseguimos digerir.
Si lo utópico es lo que soñamos, la distopía nos devuelve a la realidad, es el contrapeso, el elemento que nos equilibra, que nos permite llegar a puntos de encuentro, como por ejemplo, las películas sobre catástrofes medio-ambientales que ponen el contrapunto a la concienciación ecológica, como en su día Blade Runner nos hizo ver ese futuro incierto.
texto : Cayetano Ferrandez
Reconozco que durante años no entendí las metáforas apocalípticas de mis imagenes, no comprendía, el por qué, de los paisajes desolados de figuras maniatadas, hasta que las relacioné con mis propias frustraciones, ese rico mundo interior, deseando salir, -no desde la mente o el corazón- si no, desde el estómago... vomitonas de aquello que no conseguimos digerir.
Si lo utópico es lo que soñamos, la distopía nos devuelve a la realidad, es el contrapeso, el elemento que nos equilibra, que nos permite llegar a puntos de encuentro, como por ejemplo, las películas sobre catástrofes medio-ambientales que ponen el contrapunto a la concienciación ecológica, como en su día Blade Runner nos hizo ver ese futuro incierto.
texto : Cayetano Ferrandez
sábado, 23 de agosto de 2008
De lo catastrofico o distopías
Una distopía es una utopía perversa donde la realidad transcurre en términos opuestos a los de una sociedad ideal, es decir, en una sociedad opresiva, totalitaria o indeseable. El término fue acuñado como antónimo de utopía y se usa principalmente para hacer referencia a una sociedad ficticia (frecuentemente emplazada en el futuro cercano) en donde las tendencias sociales se llevan a extremos apocalípticos
donde las tendencias sociales se llevan a extremos apocalípticos
Etimología
De acuerdo al Oxford English Dictionary, el término fue acuñado a fines del siglo XIX por John Stuart Mill, quien también empleaba el sinónimo creado por Bentham, cacotopía, al mismo tiempo. Ambas palabras se basaron en el término utopía, acuñada por Tomás Moro como ou-topía o lugar que no existe, normalmente descrito en términos de una sociedad perfecta o ideal. De ahí, entonces, se deriva distopía, como una utopía negativa donde la realidad transcurre en términos antitéticos a los de una sociedad ideal. Comúnmente, la diferencia entre utopía y distopía depende del punto de vista del autor de la obra o, en algunos casos, de la recepción del propio lector, que juzgue el contexto descrito como deseable o indeseable.
Temática y uso
Los textos basados en distopías surgen como obras de advertencia, o como sátiras, que muestran las tendencias actuales extrapoladas en finales apocalípticos. En ese sentido difieren de las utopías, que no se basan en la sociedad actual, sino que transcurren en una época y un lugar remotos, o indeterminados, o luego de una ruptura de la continuidad histórica (por ejemplo, las obras de H.G. Wells).
Las distopías guardan mucha relación con la época y el contexto socio-político en que se conciben. Por ejemplo, algunas distopías de la primera mitad del siglo XX advertían de los peligros del socialismo de Estado, de la mediocridad generalizada, del control social, de la evolución de las democracias liberales hacia sociedades totalitarias, del consumismo y el aislamiento (1984, Un mundo feliz). Otras más recientes son obras de ciencia ficción ambientadas en un futuro cercano y etiquetadas como ciberpunk, que utilizan una ambientación distópica en que el mundo se encuentra coercitivamente dominado por las grandes transnacionales capitalistas con altos grados de sofisticación tecnológica y carácter represivo.
Otras distopías son presentadas como utopías en su visión superficial, pero a medida que los personajes se adentran en la misma descubren que el aparente mundo utópico mantiene ocultas características propias de las distopías que resultan indispensables para su funcionamiento. Estas distopías suelen estar pensadas para advertir sobre los riesgos de la manipulación mediática o política.
De Wikipedia, la enciclopedia libre
donde las tendencias sociales se llevan a extremos apocalípticos
Etimología
De acuerdo al Oxford English Dictionary, el término fue acuñado a fines del siglo XIX por John Stuart Mill, quien también empleaba el sinónimo creado por Bentham, cacotopía, al mismo tiempo. Ambas palabras se basaron en el término utopía, acuñada por Tomás Moro como ou-topía o lugar que no existe, normalmente descrito en términos de una sociedad perfecta o ideal. De ahí, entonces, se deriva distopía, como una utopía negativa donde la realidad transcurre en términos antitéticos a los de una sociedad ideal. Comúnmente, la diferencia entre utopía y distopía depende del punto de vista del autor de la obra o, en algunos casos, de la recepción del propio lector, que juzgue el contexto descrito como deseable o indeseable.
Temática y uso
Los textos basados en distopías surgen como obras de advertencia, o como sátiras, que muestran las tendencias actuales extrapoladas en finales apocalípticos. En ese sentido difieren de las utopías, que no se basan en la sociedad actual, sino que transcurren en una época y un lugar remotos, o indeterminados, o luego de una ruptura de la continuidad histórica (por ejemplo, las obras de H.G. Wells).
Las distopías guardan mucha relación con la época y el contexto socio-político en que se conciben. Por ejemplo, algunas distopías de la primera mitad del siglo XX advertían de los peligros del socialismo de Estado, de la mediocridad generalizada, del control social, de la evolución de las democracias liberales hacia sociedades totalitarias, del consumismo y el aislamiento (1984, Un mundo feliz). Otras más recientes son obras de ciencia ficción ambientadas en un futuro cercano y etiquetadas como ciberpunk, que utilizan una ambientación distópica en que el mundo se encuentra coercitivamente dominado por las grandes transnacionales capitalistas con altos grados de sofisticación tecnológica y carácter represivo.
Otras distopías son presentadas como utopías en su visión superficial, pero a medida que los personajes se adentran en la misma descubren que el aparente mundo utópico mantiene ocultas características propias de las distopías que resultan indispensables para su funcionamiento. Estas distopías suelen estar pensadas para advertir sobre los riesgos de la manipulación mediática o política.
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